Thursday, July 5, 2007

ULISES

Wednesday, April 17, 2005

La había olvidado. La había olvidado casi por completo. A no ser por los cuerpos destrozados de los perros callejeros que, de cuando en cuando, me la traían a la memoria de esa manera oblicua y efímera en que se recuerda cuando uno tiene prisa y no quiere, en realidad, recordar, había olvidado a la Mujer Vampiro. La Verídica. Tal vez por eso me sorprendió tanto encontrarla. Tal vez fue sólo el cansancio.

Quisiera decir que le puse una atención desmedida o que la reconocí de inmediato, pero la verdad es otra. Caminaba por el estacionamiento umbroso en el estado de semi-inconsciencia al que, con frecuencia, me lleva el agotamiento y, por eso cuando avizoré la figura de Algo cerca de la puerta de mi camioneta, primero pensé que se trataba de una alucinación y, segundos después, unos segundos que, por cierto, tardaron cientos de años en llegar, pensé que se trataba del anuncio de un crímen. El cansancio era tanto que, a pesar del desconcierto o la alarma, seguí aproximándome.

--Tú me conoces --me dijo cuando trataba de abrir la puerta del vehículo.

Supongo que la miré como si ella y yo estuviéramos muy lejos la una de la otra. Supongo que lo estábamos.

--Me llamo Ulises --murmuró y, acto seguido, me extendió la mano. Supongo que fue un acto reflejo el que me motivó a dejar los libros sobre el asiento y a estrechar, en una estupefacción absoluta, una mano huesuda, de dedos largos y piel muy suave.

--Ulises Aldravandi --dije--, nació en Bologna. Y en 1602 publicó De Animabulus Insectus, un libro revelador.

Ulises, que ya había soltado mi mano, me miraba como debe verse a alguien que habla de cosas absolutamente intentendibles o que ha perdido la razón. Lo único que pude aducir a mi favor en ese momento más bien bochornoso fue que unos 10 o 12 veranos atrás me había dedicado a leer, con acostumbrada obsesión y en un lugar de cuyo nombre no quise acordarme, a los precursores de la entomología--por razones tan inentendibles como las que provocaron el comentario que acababa de hacer--y que el nombre de Ulysse me había gustado. Ulysse Aldravandi que distinguió por primera vez la morfología de las alas y las extremidades de los insectos y que los clasificó en insectos de tierra e insectos de agua dulce. Ulysse, el padre de la investigación natural.

--Ah --exclamó ella cuando terminé mi atropellado relato. Y entonces me dí cuenta de que yo ya iba manejando y que Ulises, que no era Ulises Aldrvandi, iba sentada a mi lado. La ciudad deslizándose, silenciosa, a través de las ventanillas. No me atreví, por supuesto, a preguntarle a dónde iba.

--Me gusta escribir --dijo en tono más bien solemne--, pero me gusta más estar aquí.

Yo guardé un cuidadoso silencio. Un silencio amedrentado. Por el espejo retrovisor se asomaba una hilera de luces mortecinas que me hizo pensar en una despedida.

--Quiero decir que no iba yo a estar escribiendo recaditos toda la vida, ¿me entiendes?

Le dije que, efectivamente, la entendía, lo cual era cierto. Pero entender y estar de acuerdo son dos cosas distintas. Y entonces empecé a pensar que era, como se sabe, una manera de no estar ahí.

--Pero vas a seguir escribiendo ¿no es así? --iba a tratar de no decir eso, pero cuando intenté frenar a la profesora-que-llevo-dentro fue demasiado tarde--. Hay similitudes, como bien sabes, entre escribir y comer --añadí de la misma forma atropellada y sin sentido en que le había contado la historia de Ulysse Aldravandi.

Por toda respuesta la mujer se sonrió.

--Aquí me quedo --dijo. Era un esquina oscura y extrañamente vacía. Era una esquina que era una esquina. Abrió la puerta. Antes de colocar el primer pie en el pavimento se volvió a verme.

--Pero puedo visitarte ¿no? --pensé que para ser Mujer Vampira era bastante delicada y eso me gustó. Me sonreí. Parpadée. Y, entre una cosa y otra, Ulises, que no era Ulysse Aldravandi, desapareció.

Me quedé un rato ahí, en la esquina que era verdaderamente una esquina, esperando la luz verde en el semáforo. Me quedé repitiendo su nombre. Ulises. Ulysse Aldravandi que distinguió por primera vez la morfología de las alas y las extremidades de los insectos. Me quedé.

--crg

# posted by crg @ 6:24 AM

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